Para la reforma de un alargado salón de dos ambientes, y como elemento principal, se diseñó un frente simétrico para la zona de chimenea pintado de un color verde azulado. Este frente recoge la mirada, acorta el espacio y aporta un toque de color inesperado.
Respecto al amueblamiento, en las zonas de chimenea y comedor se utilizaron piezas realizadas a medida y acabados en laca gris combinada con frentes en madera veteada de pau ferro. Un sofá de piel en color neutro, tapicerías Aigrette de Camengo y una estantería de chapa lacada en gris completan este conjunto.
En cuanto a los textiles, en el caso de las cortinas se buscó un tono similar al de las paredes, y en el caso de cojines y alfombra se reforzó y matizó el tono verdoso de la pared, aportando un toque desenfadado mediante las espigas coloreadas.