07 May Salón contemporáneo, funcional y singular.
Hace unos meses comenzamos un proyecto para un cliente que siempre ha confiado en nuestro equipo.
Desde el primer momento pensamos en realizar un trabajo basado en conceptos como elegancia y claridad, pero intentando también aportar un toque sorprendente y personal.
En las tendencias de amueblamiento contemporáneo hace tiempo que apareció el concepto de vintage, con el que se pretende transmitir la existencia de una sensibilidad por lo bueno del pasado y su lugar en el mundo contemporáneo. La mayor parte del mobiliario que se nos vende como vintage es una recreación contemporánea de piezas clásicas, muchas de ellas presentes en nuestras memorias personales. Lamentablemente muchas de estas piezas carecen del alma de las originales. Por otro lado, en el ámbito de la cultura es de uso común el concepto de hipster, un consumidor de estilos, el que se las sabe todas y rebusca en el pasado el estilo mas sorprendente, que pronto será masificado y vulgarizado.
Hoy, en cuanto estética (y el interiorismo no escapa a esto), vivimos inmersos en un mundo hipsterizado, en el que lo vintage, original o falso, pretende dar textura, color y singularidad a nuestras vidas globalizadas y a nuestros espacios funcionales.
¿Como singularizar espacios contemporáneos, sin que pierdan su funcionalidad? ¿Como hablamos a los demás de nuestra memoria personal y común y de nuestra sensibilidad de un modo discreto y elegante?
Nuestro cliente quería reformar un alargado salón de dos ambientes. Diseñamos un frente simétrico para la zona de chimenea pintado de un color verde azulado. Este frente recoge nuestra mirada, acorta el espacio y aporta un toque de color inesperado que nos ayuda a construir una atmósfera especial. Respecto al amueblamiento en las zonas de chimenea y comedor, optamos por piezas realizadas a medida y acabados en laca gris combinada con frentes en madera veteada de pau ferro. Un sofá de piel en color neutro, tapicerías Aigrette de Camengo y una estantería de chapa lacada en gris completan el conjunto.
En cuanto a los textiles, en el caso de las cortinas buscamos un tono similar al de las paredes, y en el caso de cojines y alfombra reforzamos y matizamos el tono verdoso de la pared, aportando un toque desenfadado mediante las espigas coloreadas.
Finalmente incorporamos unas lámparas de cristal de Panzeri, unos grandes jarrones de cristal pavonado en azul y una pintura de Gerardo López sobre la chimenea.
Esta fue nuestra apuesta, trabajando mano a mano con nuestros clientes, dando forma a los espacios que tienen que habitar día a día, esperado conseguir el mejor resultado.
Sin Comentarios